Sabemos que hay personas que no hacen ejercicio pero que les gustaría de verdad, y que solo necesitan un empujoncito para conseguirlo.
Ideas para animar a una persona sedentaria a volverse un poco más activa, y llevar una vida más saludable:
Duermes mejor: No solo porque el ejercicio, aunque sea suave o moderado, canse y esto haga que tengas más ganas de dormir, sino que el ejercicio relaja, produce sustancias beneficiosas para el organismo y ayuda a que el descanso sea de mejor calidad.
Tienes más energía: Hay quien ya está muy cansado por las tareas cotidianas como para hacer ejercicio y estar todavía más cansado. Esa es una percepción errónea. El ejercicio, adecuado a las necesidades de la persona, ayuda a fortalecer tanto a nivel físico como mental, y ayuda a reducir la sensación de agotamiento y el estrés, en el cuerpo y en la mente. Además, citando el punto anterior, el ejercicio contribuye a un mejor sueño, lo cual ayuda a sentirnos menos cansados.
Te concentras más: El ejercicio te ayuda a sentirte bien y a liberar estrés físico y mental. Proporciona bienestar y también ayuda a que tu mente esté más ágil.
Te relaja: Hay quien ha descubierto que nadar, pasear, salir con la bici al monte o hacer alguna actividad física les resulta relajante. Les ayuda a descansar de las tensiones del día a día y a liberarse. Solo por esto ya merece la pena probarlo.
Puede (debe) ser divertido: No hace falta que una persona sedentaria se ponga a entrenar para un Ironman o a practicar crossfit. Pasear, montar en bicicleta, rescatar los patines del trastero, apuntarse a algún deporte colectivo con los amigos... Hay muchas fórmulas para hacer ejercicio y pasárselo bien, incluso para aquellos que no son muy aficionados a la actividad física. Se trata de buscar un estímulo que motive y, si es divertido, está demostrado que nos movemos para conseguirlo.
En general, te hace sentir mejor: Tanto por las endorfinas y otras sustancias que se liberan con el ejercicio como por el hecho de mejorar capacidades físicas y lograr cosas que antes creías casi imposibles. No hablo ya de terminar una maratón, sino de conseguir llegar al final del día en el trabajo y en casa sin sentirse agotado, o conseguir reducir dolores y molestias articulares o musculares, o poder seguir el ritmo de juego de tus hijos o sobrinos...
Puede engancharte: Por las razones expuestas, y por muchas otras, el ejercicio puede ser muy adictivo, en el buen sentido de la palabra. Te notas mejor, te ves mejor, te mueves mejor. Puedes descubrir que te encanta hacer un ejercicio que antes te parecía una tortura, y verás que el sofá no es el gran amigo que pensabas.
Es sano: El ejercicio físico moderado es saludable y ayuda a prevenir y tratar muchas, muchas enfermedades. Mejora la calidad y la esperanza de vida. Esto se sabe; sin embargo, lo coloco en última posición porque lo que no se ve no motiva tanto como los demás motivos expuestos. Sin embargo, muchas personas que empezaron a hacer ejercicio por salud terminan convirtiéndose en completos deportistas, por lo que la salud es un motivo válido para iniciarse y mantenerse con hábitos de ejercicio.
Fuente: Vitonica
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