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Sobrevive a la cinta de correr

Los gimnasios se vuelven a llenar con la llegada del nuevo curso para intentar minimizar los excesos que las tapas, las cañas o los helados del verano han dejado en nuestro cuerpo.

Sobrevive a la cinta de correr

Poco a poco los parques y las calles vuelven a verse inundadas de corredores con camisetas y zapatillas multicolores. Para aquellos a los que todavía les cuesta hacerse a la calle o quieren empezar a correr existe otra alternativa: la cinta de correr.


La primera imagen que te puede venir a la cabeza cuando piensas en entrenar en una cinta de correr es la de un hámster corriendo sin parar en una rueda. Bien es cierto que es un tipo de carrera más monótona que correr al aire libre, ya que no avanzas en el espacio y tu campo visual no varía, pero tiene múltiples ventajas, como el no tener que depender de la climatología ni de los horarios para poder entrenar.


El contar con una superficie ligeramente amortiguada hace de la cinta de correr una máquina perfecta para retomar entrenamientos tras una lesión antes de salir al asfalto o para aquellos que quieran realizar un ejercicio aeróbico de calidad en el gimnasio o en casa, ya que se queman calorías, se desarrolla la velocidad sobre el asfalto y se adquiere fondo.


Pero, ¿Cómo se enfrenta uno a la cinta de correr sin morir en el intento?


Si no quieres ser protagonista de un vídeo de caídas estrepitosas en Youtube, basta con tener cuidado en cuatro cosillas:


  • Prohibido subirte a la cinta andadora si está en marcha, a no ser que tengas experiencia y cierta pericia.
  • Mantén la espalda erguida y la mirada al frente. Hay corredores que están obsesionados con la posibilidad de caerse y corren con la cabeza gacha y la espalda encorvada para poder vigilar sus pies. Además de ser un movimiento antinatural corres el riesgo de lesionarte.
  • Ya estés corriendo o andando en la cinta, procura ejercitarte sin apoyarte en los brazos laterales que tienen las máquinas salvo lo estrictamente necesario. El movimiento tiene que ser lo más natural posible.
  • Al igual que en el asfalto, dedica unos minutos antes y después de tu entrenamiento para calentar y soltar a una velocidad más baja. Te ayudará a poner en funcionamiento tus músculos y a hacerte a la movilidad de la máquina. Al finalizar, no frenes bruscamente la máquina.

Sobrevive a la cinta de correr

El running te ayuda a mejorar tu velocidad y tu resistencia aeróbica, ya que tú estableces los objetivos y la máquina te obliga a alcanzarlos


Mejora con Intervalos


Si encuentras la carrera indoor monótona, incluir cambios de ritmo puede ser una gran elección para animar tus entrenamientos y evolucionar tu carrera.  Si no eres capaz todavía de mantener un ritmo continuo y cómodo al menos durante 20-30 minutos, procura alternar unos minutos andando con otros corriendo, aumentando gradualmente el tiempo de carrera hasta poder hacerlo todo corriendo. En las máquinas modernas existen programas de intervalos para cualquier tipo de entrenamiento.


Este tipo de entrenamiento te ayuda a mejorar tu velocidad y tu resistencia aeróbica, ya que tú estableces los objetivos y la máquina te obliga a alcanzarlos.


¿Mejor con pendiente?


Lo que la mayoría de los corredores creen es que correr con una inclinación del 0% es como correr en llano, aunque para simular la oscilación natural del cuerpo, lo ideal es que la inclinación de la máquina esté establecida entre un 1% y un 3%.


Trabajar con intervalos de distintas pendientes te permite forzar más tu sistema cardio-respiratorio sin necesidad de aumentar la velocidad. Para los corredores de trail es una buena opción, ya que puedes programar las pendientes y las distancias para recrear un perfil similar al de un trail y saber cómo respondería tu cuerpo. Trabajando con pendientes positivas (cuesta arriba) trabajas más los músculos del core, que se encargan de estabilizar tu espalda, y fortaleces los cuádriceps.


Trabajar con la pendiente al 0% es como correr en una ligera cuesta abajo. El inconveniente es que el impacto sobre la superficie de la cinta es mayor y puede ser perjudicial para las articulaciones. Además, la cinta de correr se encarga de mover el pie hacia atrás, movimiento ejecutado por el glúteo, lo que puede causar una desestabilización de la cadera. La ventaja es que requiere menos energía y puedes mejorar tu velocidad en el asfalto.


Ahora que ya sabes cómo sacarle partido a la cinta de correr no hay disculpas. ¿Sumamos kilómetros?


#ZonaRunning Blog de Decathlon Running

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