Ir a hacer running cuando hace el típico frío de diciembre no apetece mucho, ni tampoco cuando hace un calor extremo, por ello, de la misma manera que sucede en el verano, en invierno nos tenemos que adaptar.
La ropa es un aspecto esencial
Es importante que tengamos en cuenta que no toda la ropa es útil para correr en invierno. Por ejemplo, en el caso de las prendas de algodón, no son aptas para usarlas, ya que absorben el sudor y te dejan empapado, cosa que va a provocar que pases más frío.
Lo ideal es que uses prendas transpirables y térmicas especializadas para correr, ya que estas ayudan a evacuar el sudor del cuerpo mientras nos mantenemos calentitos.
Salir a hacer running en las horas de sol
Esta es una gran estrategia, ya que aprovechas el poco calor que te da el sol para pasar menos frío. De hecho, correr cuando no haya sol va implicar que pases más frío, ya que las temperaturas bajan mucho, también todo depende de donde vivas.
Pero si eres una persona que no tolera bien el frío o vive en una ciudad donde las temperaturas son muy bajas, el sol puede ser un gran aliado tuyo.
El calentamiento debe ser más largo
Calentar debería ser imprescindible siempre antes de empezar un deporte o entrenamiento, puesto que es la mejor forma de calentar nuestro sistema musculoesquelético y así evitar lesiones.
En los meses de más frío el calentamiento, debe ser una parte lo suficientemente larga para que puedas entrar en calor, y sobre todo es muy importante que la hagas, ya que cuesta mucho que el cuerpo entre en calor durante el invierno.
Una vez terminado tu entrenamiento de running, es importante dejar que el cuerpo se enfríe poco a poco, pues hay que darle a tu cuerpo algo de tiempo para que se adapte de nuevo al frío.
Es importante que te mantengas hidratado siempre
En verano solemos beber más agua que en invierno a causa de un aumento de la deshidratación por el calor, pero en invierno, sobre todo si entrenamos, es importante que nos mantengamos hidratados.
Es posible que te olvides de beber agua pero tu cuerpo sigue necesitando hidratación independientemente de la temperatura. Bebe antes de salir y al llegar a casa. Y si puedes bebe por el camino de vez en cuando.
Trata de evitar correr en los días de mucho viento
Cuando hace viento y hay temperaturas bajas, da la sensación que nuestro cuerpo nunca entra en calor, además de que el sudor se enfría mucho y se queda en nuestro cuerpo, dándonos una sensación de frío muy desagradable.
Proteger las partes más sensibles al frío
Hay partes que son más sensibles al frío como es el caso de la nariz, garganta, cuello, orejas y manos, por lo que recomendamos que te las protejas de igual manera que proteges el resto del cuerpo.
Para ello puedes usar prendas como guantes, orejeras, gorros, braga para el cuello, que son prendas que te pueden ir muy bien e incluso reducir tu sensación de frío.
Además, es importante respirar lo máximo que puedas por la nariz, ya que si respiras por la boca todo el aire frío va directamente a la garganta, cosa que muy probable que de esta manera te resfríes.
No te olvides de tu piel
Es muy importante cuidar la piel y no solamente cuando se expone al sol. Las temperaturas frías y el viento resecan mucho nuestra piel, haciendo que incluso se pueda quebrar.
Por ello es importante aplicarse crema hidratante en las partes expuestas como la cara y los labios. En el caso de que no lleves guantes, la piel de las manos también se debe proteger.
Fuente: Vitonica
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