Puedes tener el mejor calzado, una técnica depurada o el entrenamiento más completo, pero si tu cabeza te falla… no llegarás lejos. La diferencia entre tirar la toalla a mitad de carrera porque te está costando mucho o darlo todo hasta la meta, en la gran mayoría de situaciones suele estar en la mente. Por eso, para que tu mente te ayude y tus carreras sean en permanente progreso, te vamos a dar algunas claves que te ayudarán a construir una mentalidad fuerte, positiva y orientada a mejorar continuamente.
1. Corre con un porqué
No empieces a correr solo porque “toca”, “está de moda” o “hay que entrenar”. Encuentra un propósito: mejorar tu salud, superar tus límites, desconectar de tu rutina, competir en una prueba popular por primera vez, batir tu mejor marca… Correr con sentido es el primer paso para no abandonar, ponte un objetivo.
2. Visualiza tu meta
Antes de salir, visualiza la meta: imagínate terminando fuerte, cruzando esa línea, superando tus límites e imagínate también en el futuro, en forma, con un buen tono muscular, con más confianza en ti mismo. La mente se entrena como los músculos, y la visualización es un gran ejercicio.
3. No corras contra nadie: corre contigo
Tu único rival eres tú. Especialmente si sales con corredores más expertos, compararte con otros de mucho mejor nivel solo alimenta la frustración. Compárate con tu “yo” de ayer y celebra cada pequeña mejora.
4. Acepta los días malos
Habrá entrenamientos duros, ritmos que no salgan, molestias musculares… ¡y está bien! La mentalidad runner no es la de quien nunca cae, sino la de quien siempre se levanta. Por otra parte, aprende a escuchar tu cuerpo, tampoco es normal seguir si llevas tiempo con dolores recurrentes o malestar.
5. Cuida tu diálogo interno
Lo que te dices mientras corres influye en cómo te sientes. Cambia el “no puedo más” por un “vamos, un poco más”. Sé tu mejor animador, no seas nunca tu peor crítico. La fuerza de tu propia mente tiene un potencial increíble y estás a un paso de descubrirlo.
6. Establece microobjetivos
¿Tienes un rodaje largo y te abruma pensar en 15 km? Divide el recorrido. Corre hasta el siguiente árbol, luego hasta el semáforo, después hasta el cruce… Enfócate en lo próximo, no en lo lejano.
7. Usa los días duros como impulso
Los días de lluvia, viento o en los que te sientas más débil son oportunidades para demostrarte que puedes más. Cuando vences la pereza, fortaleces tu mentalidad como nunca y eso te hace progresar más y reafirmarte. Lo bueno es que esta forma de pensar no solo te va a hacer mejorar como corredor, se va a reflejar en muchos más ámbitos de la vida.
8. Rodéate de energía positiva
Corre con gente que te inspire, sigue cuentas que te motiven, lee historias de superación… La energía positiva se contagia, aprovecha, contágiate y tú también puedes contagiar, poniendo de tu parte para elevar el optimismo en tu grupeta de corredores y de amigos.
9. Sé constante, no perfecto
No necesitas clavar todos los entrenos eso solo lo hacen los ‘pros’ y no siempre. Necesitas estar. Día a día, paso a paso. La mejora llega por acumulación, no por perfección.
10. Aprende del sufrimiento
El esfuerzo forma parte del juego. Cuando el cansancio aprieta, recuérdalo: el dolor es temporal, el orgullo es para siempre. Y dicho este punto, ten también la suficiente precaución como para no pasarte de esfuerzo. Aplica el sentido común, si nunca has corrido más de media hora y estás intentando acabar tu primer maratón… a lo mejor ahí sí que tienes que parar si tu cuerpo te lo pide a gritos.
11. Celebra cada avance
Bajar 20 segundos en una serie, hacer 1 km más, aguantar sin caminar… ¡celébralo! Las pequeñas victorias construyen grandes logros. Hazte tu mejor fan.
12. Medita antes y después
Cinco minutos de respiración consciente o meditación te centran antes de salir y te ayudan a asimilar después. Cuerpo y mente se alinean.
13. Evita el autosabotaje
“No estoy hecho para esto”, “seguro que fallo en la carrera”, “si es que no he entrenado lo suficiente…” Estas ideas posiblemente ronden por tu cabeza y su efecto es minar tu rendimiento antes de empezar. Cuida lo que piensas, ten en cuenta que lo que crees, lo creas.
14. Respeta tus tiempos
La mejora nunca es lineal. Habrá estancamientos, bajadas de forma, momentos de mucha fatiga... ¡Paciencia! Sigue entrenando y confía en el proceso. El resultado llega, siempre.
15. Disfruta del camino
La mejor mentalidad runner es la que corre feliz. Corre para vivir, no para sufrir. Porque cuando disfrutas el proceso, el progreso es inevitable.
Fuente: sportlife.es